Rhoda Scott Lady Stars Quartet

 

 

Rhoda Scott, Hammond B2.

Sophie Alour, saxo ténor.

Lisa Cat-Berro, saxo alto.

Julie Saury, batería.

 

11 de noviembre

“Es realmente el instrumento más bello del mundo. Lo primero que hice cuando lo descubri por primera vez fue quitarme los zapatos y trabajar los pedales”Rhoda

 

Descubierta por Count Bassie, Rhoda Scott es posiblemente una de las mejores intérpretes del órgano Hammond B3 del mundo. Leyenda viva del jazz, ha tenido el privilegio de poder tocar el tiempo con sus propias manos y trazar una gran carrera musical libre de ataduras. Más de 40 álbumes a su nombre donde es capaz de mezclar soul, jazz, blues con solvencia y absoluta maestría porque el paso de los años no ha minorado su espíritu inquieto

Nacida en New Jersey, su padre, ministro de la iglesia metodista, tocaba el órgano, en esa atmosfera, ya ostentaba cierta vocación por la música y gracias a esa disposición observadora, con apenas 7 años, se descalzó y aprendió a tocar lo que que para ella  “era el instrumento más bello del mundo”. Desde entonces la llamada “La Dama De Los Pies Descalzos” o también “La Condesa Descalza” no ha dejado de acariciar sus pedales con sus pies desnudos.

De adolescente tocaba en algunas bandas, hasta que fue Count Bassie quien la descubrió y no dudo en reclutarla para su club, el prestigioso Harlem. Allí coincidiría con Thelonius Monk y en más de una ocasión, compartió escenario con Johnny Griffin. En 1963 grabó su primer álbum que incluiría el tema Hey Hey. La composición sería luego un impresionante éxito, aunque ella apenas ganó unos pocos dólares.

Formó una banda pero se sentía cosificada, sus compañeros le insistían tanto en que se vistiera sexi… se rebeló y a pesar incluso de que a través de Jimmy Smith, trataron de persuadirla para que no dejara el grupo, decidió que era el momento de reiniciar su formación y se apuntó a la Manhattan School of Music donde paso cuatro años. En Nueva York inicio amistad con Eric Dolphy que duraría hasta el fin de sus días y con Charles Mingus y el tono robusto y vigoroso de su Hammond acompaño a estrellas como Ella Fitzgerald, Ray Charles o George Benson…  

Se convirtió en “una americana en París” desde el momento en que se instaló en la ciudad de la luz para completar estudios de música clásica con Nadia Boulanger, maestra también de Quincy Jones o Philip Glass entre otros. Pero se enamoró del actor y cantante Raoul Saint-Yves y de la ciudad de la luz, y ésta, a su vez, también de ella y le mostro respeto nombrándola Commandeur des Arts et Lettres,  Chevalier de la Légion d’honneur y concediéndole  La Victoire d’Honneur des Victoires du Jazz. En París, Rhoda no perdió el contacto con sus paisanos realizando interesantes grabaciones como el registro con Thad Jones y Mel Lewis Big Band, entre otros. 

La oportunidad de ver en Granada a Rhoda Scott y reencontrarse con la propia historia del jazz es una ocasión irrepetible y gratificante. Al escucharla cuesta creer que esta gran maestra haya pasado la barrera de los 80, la fuerza y feeling con que aborda los temas sigue intacto y tiene la tensión suficiente para liderar un cuarteto excelente que vio la luz en el prestigioso festival Jazz a Vienne en 2004 y desde entonces, este impresionante cuarteto no ha parado de cosechar éxitos y reconocimientos.   

La dama de los pies descalzos cerrara esta edición del Festival. ¡Todo un lujo! Mariche Huertas de la Cámara

 

 

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