30 de abril…DÍA INTERNACIONAL DEL JAZZ

El jazz va más allá de ser un género musical. Representa la democracia, la individualidad, nos enseña a ser valientes, a crear y a respetar las diferencias. Siempre ha estado abierto a otros lenguajes; y aunque ha mostrado a lo largo de los años una cambiante fisonomía, nunca ha perdido su esencia. Su eclecticismo no lo ha hecho ser menos erudito.

El jazz es liberador de la esclavitud física y emocional, rechaza la opresión, la prohibición injustificada y se eleva por encima de cualquier ideología, religión, color o bandera porque ha sobrepasado fronteras y se ha hecho Universal.

Además, se ha convertido en la banda sonora de la conciliación y del respeto por la diversidad; tal vez por eso, a Herbie Hancock, nombrado Embajador de Buena Voluntad de Naciones Unidas, no le costó mucho esfuerzo convencer a la Alta Institución para que, en noviembre de 2011, se declarara el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz.

Sirva esta Conmemoración para recordar que nuestra ciudad acoge, cada otoño, uno de los eventos jazzísticos más respetados y longevos de Europa y Estados Unidos y que refuerza el estatus de Granada como una ciudad culta y cosmopolita: el Festival Internacional de Jazz de Granada.

Este año cumpliremos 43 años. Su relevancia y supervivencia, seguramente sea debida a varios factores: cada año elaboramos un guion muy estudiado con un cartel abierto a distintos estilos bajo un denominador común: contemporaneidad, pero siempre desde el respeto a la propia esencia jazzística. Año tras año, la emoción asalta al espectador al verse al lado de grandes maestros, porque nos hemos esforzado en dar la oportunidad al aficionado para que disfrute, muy de cerca de la aristocracia jazzística.

Una cuidada organización, absorbiendo todo aquello que nos pudiera enriquecer y sumar, y una esmerada hospitalidad, mostrada a lo largo de los años, ha consolidado unos valores muy hermosos, no solo musicales.

Para nosotros es todo un honor incluir en nuestra nómina, no solo artistas sino también “amigos”, y nos sentimos orgullosos de que numerosos premiados por los Grammys han pisado el escenario del teatro Isabel La Católica; algunos incluso han repetido ediciones. Nombres como: Terence Blanchard, Erik Truffaz, Eliane Elias, Jorge Pardo, Stacey Kent, Javier Colina, Gonzalo Rubalcaba, Bill Evans, Chano Domínguez, Lizz Wright, Roy Hargrove, Jacky Terrasson, Esperanza Spalding, Christian McBride, Chick Corea, Kenny Garret, Charles Lloyd, Kenny Barron, Ernesto Aurignac, nuestros musicos granadinos de la banda, creada por el festival, Jazz Granada Ensemble, Robert Glasper, Jose James …una lista interminable. Sin olvidarnos de  los que han recibido nuestro Premio » La Granada del Festival de Jazz”: como Paolo Fresu, Celia Mur, Stanley Clarke, Ron Carter y Chucho Valdés.

Hemos conseguido que el Festival de Jazz de Granada sea ya un acontecimiento, contribuyendo a la difusión mediática de la ciudad y a consolidar un tejido de aficionados de diversas procedencias nacionales e internacionales, favoreciendo un turismo cultural exquisito. Nuestro público, asiste no solo por el artista sino por ese mágico reencuentro musical.

Y seguimos empeñados en alfabetizar jazzísticamente, estamos muy ilusionados porque nuevas generaciones están descubriendo este género musical que cada año atrae a más aficionados jóvenes.

Si las paredes de los camerinos del teatro Isabel La Católica hablaran; relatarían momentos históricos y emotivos, porque hemos escuchado historias apasionantes de testigos vivos de la historia del jazz: como las de Charles Lloyd, cuando nos contaba anécdotas del movimiento hippy de San Francisco y de que su disco, Summer Love lo llevaban bajo el brazo los mismísimos Jimmy Hendrix y Janis Joplin o de su amistad con el hombre de cristal, Petrucciani. Nos conmovimos cuando James Moody expresaba su dolor por la discriminación racial que sufrió en su país, pero nos encantó comprobar el amor que sentía por su mujer de la que llevaba una foto, gastada de tanto acariciarla, que nos mostraba con tanto orgullo. Conseguimos una entrañable entrevista con el inalcanzable Terence Blanchard y que nos explicara el movimiento que él contribuyó a crear: el Black Lives Matter y que le llevó hasta el mismísimo Obama. Nos aseguramos de que ese té calentito, que le preparamos a Branford Marsalis, justo antes de su actuación, consiguiera aliviar un molesto resfriado y disfrutamos cuando ese palmoteo flamenco con Roy Hargrove, que nos pidió que le enseñáramos, le hizo olvidar su reciente y secreta operación de trasplante.

Y hemos llorado, como ese homenaje a  Celia Mur, y reído. En los camerinos han sonado tantas risas, algunas de nervios antes de la actuación, pero muchas de felicidad como las de Ron Carter, al recibir nuestro premio o las de Stanley Clarke, y eso que mientras tocaba, entre bambalinas le tuvimos que informar que su casa estaba siendo incendiada. Hemos recibido muchos abrazos como el de nuestro amigo, al que Granda siempre le espera, gigante del jazz pero también gigante en bondad: Chucho Valdés. Y hemos brindado mucho después de tantos bises con nuestra Lizz Wright.  Y nos han regalado tantas canciones dedicadas, y eso que a veces no aparecían en sus estudiados repertorios. Y hemos recibido tanto cariño de la prensa, del público y… tanta belleza.

Y por todo esto y por innumerables motivos, el Dia Internacional de Jazz es también el Dia del Festival Internacional de Jazz de Granada.

Mariche Huertas de la Cámara. Directora del Festival Internacional de Jazz de Granada

Os regalamos «Momentos» imágenes de Pepe Torres, extraordinario fotógrafo que narra la historia del Festival y nuestra lista especial, con músicos que han venido a nuestro festival.

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